LA OBRA DE FRANCESC ABAD: Actividades individuales y participaciones colectivas 1971 - 2008
En los campos que nos ocupan, el conocimiento surge sólo como un rayo. El texto es la larga resonancia del trueno que viene a continuación. Manel Clot [Manel CLOT (ed), Francesc Abad. block W.B. Institut Ramon Llull. Berlín, 2008] |
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I 1967 - 1971 Nace en 1944 en Terrassa, una de las ciudades más representativas en Cataluña, desde mediados del siglo XIX, del desarrollo de la industria textil, hecho que le confiere una serie de peculiaridades propias del sistema capitalista. Al haber trabajado allí desde los catorce años, Francesc Abad conoce de primera mano la realidad del modo de producción fordista, que posteriormente ha devenido un recurso tantas veces retorico en el discurso crítico. |
1971. «Formes primàries:Homenatge a Barnett Newman (Galeria As, Barcelona; Ateneo de Madrid) |
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II 1972 - 1980La trayectoria de un punado de artistas ha hecho un giro radical y decisivo, casi una conversión, en una fecha determinada y con motivo de un hecho de resultados reveladores: la larga estancia en un sanatorio de montana, el abatimiento del avión a manos de las fuerzas enemigas, el descubrimiento de una enorme biblioteca en la casa familiar, haber sobrevivido a la dramática experiencia de una guerra, o el inicio forzoso de una nueva vida al perder a la persona amada. Para Francesc Abad, la fecha eje es el año 1972, y el acontecimiento fetiche propiciador de los cambios (.la versión singular de un rite of passage?) es la decisión de un viaje y una estancia de algunos meses en Nueva York: en 1972 hacia poco que había dejado la pintura; emprende el viaje norteamericano, y a la vuelta abandonara la empresa textil después de haberle dedicado once años ininterrumpidamente. Es el ano en que participa, con tres artistas más, en la Documenta, y también el de la formación del Grup de Treball, episodio fundamental en la historia de las practicas artísticas en Cataluña (y también en España). La memoria de la austeridad formal y procesual y de la propensión al reduccionismo en las anteriores practicas pictóricas, junto con la experiencia casi epifanica que supusieron los meses en Nueva York, proporcionan al artista unas nuevas directrices de trabajo que lo acompañaran hacia los posicionamientos desmaterializadores que, desde finales de los años sesenta, proponían desmantelar las intenciones comerciales, las estructuras y los circuitos especulativos, la producción objetual y consumista y la consideración meramente commodity del trabajo artístico. En unos procesos cada vez mas esencialistas, de remota procedencia minimalista y conceptualista, y de mirada abstracta sobre el sistema de los objetos, el orden de las cosas y el lenguaje, Abad se orienta sobre unas líneas evolutivas bastantes paralelas a las mostradas por algunos artistas minimalistas norteamericanos, que remarcaban la importancia única de la idea y de la acción en los procesos artísticos, mas allá de la producción, del testimonio perdurable, de la firma autoral e, incluso, de la exposición. A principio de los años setenta, la austeridad procesual y la reducción formal de su obra anterior se transforman poco a poco en desmaterialización accionista, reflexiva y critica, efímera y a menudo en ámbitos de la naturaleza (como si retomara la constatación inexorable de mundos que se acaban), poco autorreferencial, que muestra esquemas trasplantados de momentos anteriores. En estos reinicios creativos, en un contexto sociopolítico, el español, marcado por la dictadura de Franco, destaca la serie de acciones con los cuatro elementos de la naturaleza, la participación en la Documenta V y las primeras experiencias colectivas realizadas con otros artistas, una parte de los cuales constituirá, en 1972, el Grup de Treball, del que Abad será fundador y representante activo. La dura situación política del momento será uno de los registros distintivos de las intervenciones, las propuestas y las publicaciones del Grup de Treball, colectivo de artistas que, durante los cuatro anos que estará en activo, luchara también contra el franquismo desde el ámbito artístico, con diferentes medios y recursos artístico - políticos, desde documentos hasta publicaciones, sistemas de video e inclusiones en la prensa diaria, papeles clandestinos y sesiones colectivas, tanto en nuestro país como en las participaciones internacionales más conocidas: en la Bienal de Paris, en 1975, y en la Bienal de Venecia, en 1976, año de la disolución del grupo. |
1972 Actividades con el Grup de Treball: |
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III 1981 - 1987La desaparición del Grup de Treball como colectivo de rostro único —una disolución debida precisamente, y entre otros motivos, a cuestiones relativas a la autoría, al anonimato, al personalismo o a la identificación individual que un nombre de grupo oculta— propicia en Abad una primera etapa dubitativa y confusa, consciente del cambio radical producido, que afecta tanto a los estados artísticos como al personal: de la marca de grupo a la firma de artista. Abordara este espacio de tiempo reconsiderando a fondo el sentido de la practica artística, el papel del artista y su función social, y elaborara progresivamente un discurso multifacético, no monolítico, no lineal, no unidireccional, encaminado a proporcionar elementos críticos y reflexivos para ir tejiendo (texto|tejido) un cobijo relacional asentado sobre bases culturales, sociales y políticas. Paradójicamente, el conflicto final en el Grup de Treball y las dudas y replanteamientos posteriores coinciden, mediada ya la década de los ochenta, con el conocido retorno masivo de la pintura y el desbocado protagonismo mediático y estelar de los artistas, una operación legible, en primera instancia, como el regreso reaccionario al objeto mercantilizable y a la autoría individual postromántica. Para Abad son unos primeros tiempos de trabajo intenso, casi monotemático, en el ámbito del mail art, junto con una creciente dedicación a los libros de artista. Material humano (1981), la primera pieza después del Grup de Treball, abre el camino hacia las instalaciones multimedia posteriores, centradas progresivamente en las relaciones entre la cultura y la civilización, el progreso y la catástrofe, el estado del bienestar y los estadios del capitalismo o el hombre y la sociedad. Es la época de las primeras lecturas sobre teoría critica y cultural y pensamiento europeo del siglo xx, que se articula en primer lugar en torno a Ernst Bloch y la Escuela de Frankfurt, y en el que más adelante destacara la obra de Walter Benjamin, cuya figura aparece por primera vez en Parany [Trampa] (1986), una propuesta poética y filosófica sobre el viaje y el saber y los peligros que se ocultan, y que sobresaldrá con fuerza a lo largo de la década siguiente. Aunque entonces no era consciente, la serie de trabajos iniciada a mediados de la década de los ochenta con Kultur Zivilisation (1983) materializa con gran coincidencia la idea de Benjamin según la cual el pasado solo se hace legible desde el presente cuando se convierte en campo de fuerzas en la medida en que la actualidad interviene en el. A partir de aquí, el pasado y la memoria serán uno de los principales ejes que vehiculen su discurso; harán posible establecer paralelismos entre mundos de vida y discurso artístico, y articularan la experiencia personal y la memoria vivida (el pasado) con la actualización y la relectura desde el Jetztzeit (el presente). El pasado como imagen legible (Lesbarkeit) solo desde el presente resemantiza la experiencia personal y la transforma en una alegoría colectiva. Los usos de la memoria se activan en el presente: los vestigios industriales, los orígenes de la inmigración, los mundos que se acaban, los entornos familiares, comunes a mucha gente, y también la tragedia de la posguerra, el dolor de los vencidos, el horror y la vergüenza de los exilios, los campos de exterminio, la crisis de la humanidad, las huidas y la muerte de Walter Benjamin. |
1980-1983 |
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IV 1988 - 2003Desde mediados de los años ochenta hasta el comienzo del siglo xxi, la esencia del discurso de Abad sigue mostrando la centralidad axial de los hechos de experiencia y de conocimiento en la configuración de las obras, constituidas definitivamente como grandes dispositivos generadores permanentes de relato y que, por lo tanto, piden ser leídas, y repensadas, desde ópticas no tradicionales ni únicas. Se trata de elaboradas construcciones tridimensionales, multimedia en la forma, hibridas en el lenguaje, contaminadas por todo, abiertas a todo, sin acabar del todo, interrumpidas. En otra (posible) asociación de cariz benjaminiano, la presencia reiterada de las citas y la fragmentariedad de la sintaxis evidencian sobre todo la pluralidad de procedencias y la diversidad de intereses del artista. Siguiendo el crecimiento y la intensificación de esta línea de trabajo, a lo largo de todos estos años Abad producirá algunas de sus piezas más relevantes, más maduras y definitivas, que siguen los procesos de actualización de las imágenes del pasado y que construyen o excavan al mismo tiempo los cimientos del porvenir más inmediato. Expone de una manera rotunda que las instancias de experiencia individual se convierten en referencias colectivas cuando se trata de mundos de vida, que el trabajo del artista, del hombre, recubre de la ultima energía reconocible posible, la transformativa, la de la iluminación (el desvelo como inicio del relato proustiano), emparentada con la del médium. Y eso es, probablemente, lo que nos hace volver la cabeza una y otra vez, y no solo hacia el pasado, como la repetición de un gesto épico, sino para reconocer los rasgos de aquella imago que enlaza pasado y presente, como la formulaba Walter Benjamin. El interés definitivo de Abad por la obra y la figura del pensador alemán centra buena parte de los trabajos de más envergadura realizados en estos años, durante los cuales aumenta de un modo intensivo y extensivo su dedicación a las lecturas sobre teoría critica y cultural y sobre pensamiento occidental en las postrimerías de la modernidad, a partir de las cuales despliega el interés por las evoluciones y los análisis del drama de Europa desde los años del nazismo y las inacabables ramificaciones de su legado de horror, que parte de Alemania, pasa por Francia y llega a Cataluña. Tal vez sea porque busca aun otra (posible) asociación desde la cual poder analizar los vínculos relacionales entre progreso y catástrofe que le son mas próximos. Estos momentos, en los que los dispositivos artísticos y las instalaciones se hacen más complejos, son la época en que inicia la realización sistemática de unos cuadernos de trabajo o libretas de artista (cuyo espíritu remite a los anteriores libros de artista) en que aparecen los universos (las constelaciones) de referencias y de contextos que Abad tiene presentes y usa (o no) para la edificación de sus obras; una vez terminadas, las libretas constituyen un ejemplo inmejorable de su método y de los ingredientes incorporados, como una proyección experiencial y dialógica de la gramática de Mnemosyne, Passagen-Werk, Cantos e Histoire(s) du cinéma: anotaciones, citas, papeles pegados, imágenes del pasado, fotocopias, recortes, imágenes, fotos coloreadas, paginas subrayadas, lenguas, relatos familiares, frases manuscritas, es decir, la muestra de un proceso de trabajo (diario del pensar, imágenes de pensamiento) privado y paralelo, el montaje, que responde, sin embargo, al mismo sistema constructivo que las obras: un relámpago de Lebenswelt. En el encuentro transversal de la agenda, el diario personal, la libreta de bocetos, el storyboard, el cuaderno de apuntes, la libreta de autor o la Moleskine, una correspondencia prácticamente calcada entre microcosmos y macrocosmos, no parece en absoluto requerir ninguna explicación. Tal vez intuyendo sombras y cobijos de un incierto Zeitgeist, desde 2001 estos diarios del pensar han derivado hacia formatos fílmicos, interactivos y digitales, constructivamente más complejos, que dejan en los estratos del pasado el soporte objetual del papel y la intervención manual, visiblemente autoral, y amplían el territorio de trabajo; de ello son prueba piezas como Wooden House, Iron Bed, Straw Hat (tesis IX, 2001), Wartwar (tesis VII, 2001) o Beware (2003). |
1988 |
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V 2004 - 2008
Definitivamente, la actividad de Abad se construye y se reconoce como una reflexión cultural articulada en forma de imágenes dialécticas, centrada en la fragilidad del hombre, el paisaje y la palabra, el paso del tiempo y el peso de la memoria, la agonía industrial y la progresión histórica, el final de mundos que se acaban, el exilio y el dolor, en una particular escritura de los limites que prioriza el compromiso personal y la investigación social por encima de la calidad estética y el carácter objetual. Constituye también una reflexión muy útil para repensar los acontecimientos sociales y políticos con los cuales se ha ido determinando la historia del siglo xx. En estos años destaca El Camp de la Bota (www.francescabad.com/campdelabota), un proyecto de investigación histórica, de recuperación de la memoria y de restitución de la dignidad social y personal a las victimas olvidadas del franquismo. Con ello, se produce la confluencia sintética de las investigaciones y de los intereses mostrados a lo largo de tantos años por la figura y la obra del pensador alemán, muerto en Portbou, Walter Benjamin, que acabara materializándose en el proyecto block W. B. (www.blockwb.net). Al lado de estos dos grandes dispositivos tridimensionales, la pieza Building-Bildung, un proyecto especifico in situ realizado para las páginas del diario La Vanguardia, de Barcelona, que parece reanudar todos los caminos abiertos para reunirlos en un momento situacional de una gran precariedad, fragmentario, poco estable, edificado a base de citaciones, desestructurado, estratificado, producto de la sedimentación, dispuesto por agregación, sin orden, sin un destino aparente y, aun menos, sin finalidad alguna. Ahora que los estratos de la memoria se nos mantienen todavía vivos, y que tal vez la distancia del tiempo pasado con respecto a los tres o cuatro años anteriores no nos obliga todavía a convertirnos en los excavadores que reclamaba Benjamin, nos damos cuenta de que en este tiempo Francesc Abad ha producido las tres obras con que parece que vamos concluyendo las partes más importantes de su trayectoria. También eso nos permite leer que serán las obras en que finalmente se harán más reconocibles, primeramente, la persistencia del modus operandi que lo ha distinguido desde los setenta como herencia del trabajo conceptual; en segundo lugar, el recurso constante a los pasajes de la memoria personal para reconstruir los mundos de vida del futuro y evitar la desaparición colectiva, y, por último, la convicción inalterable de que los procesos artísticos son, básicamente, procesos, y que, como tales, están en transformación continua, es decir, que esperan ser releídos, repensados y modificados cuantas veces sea necesario, sin hacer distinción entre el rol del autor y el del receptor. Por eso no son productos objetuales, sino ideas en transformación. |
2004 El Camp de la Bota, These VI; Espais, Girona. Paisatges després de la batalla [Landschaften nach der Schlacht], Centre d’Art La Panera, Lleida. 2005 El arte sucede: Origen de las prácticas conceptuales en España, 1965-1980 [Die Kunst ereignet sich: die Anfänge der konzeptuellen Kunst in Spanien, 1965 - 1980], MNCARS, Madrid. 2006 block W. B.: La idea d’un pensament que crea imatges [block W. B.: Die Idee eines Denkens, das Bilder erschafft], Museu de Granollers. Literatures de l’exili [Exilliteraturen], CCCB, Barcelona; Buenos Aires; Santiago de Chile; Mexiko; Santo Domingo. 2007 Building-Bildung, „La Vanguardia, Cultura/s”, Barcelona, 3. Oktober 2007. Internet-Projekt Odysseus: Auf der Suche nach Europa, Goethe Institut, München. Sala Tres 1972-1979, en la ruta de l’art alternatiu a Catalunya [Sala Tres 1972 - 1979, auf der Route der alternativen Kunst Kataloniens], Museu d’Art de Sabadell. |
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Manel Clot. |
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VIº 2009 – 2011
Apéndice de Claudia Kalász
Desde el compromiso social, la crítica del progreso que sólo beneficia los ganadores de la historia, y ante la devastadora globalización capitalista, Francesc Abad retoma su indagación en el concepto de l’ utopía, basándose en la filosofía de Ernst Bloch. Partiendo de la obra principal “El Principio Esperanza”, Abad interroga la validez del concepto y las posibilidades de actualizarlo. En el año 2010 toma forma el proyecto de la vídeo-instalación Ernst Bloch “Espacio para la utopía”. Entre 2010 y 2011 se realizan 14 entrevistas con pensadores y pensadoras de vertientes diversas, pero estrechamente vinculados con la obra de Ernst Bloch o la reformulación de un concepto de utopía. Igual que en proyectos anteriores, también esta vez Abad confía en el método del trabajo en equipo. En una primera fase, fragmentos de las entrevistas son presentados en la página web del proyecto. Se prevén una publicación trilingüe en forma de catálogo y una presentación en forma de vídeo-instalación. Entre septiembre y diciembre del 2010, con ocasión de la conmemoración de la muerte de Walter Benjamin en Portbou hace 70 años, el Goethe-Institut Barcelona expone piezas de la instalación block W.B. Al mismo tiempo, un montaje mural compuesto por Claudia Kalász y Lupe García interpreta el trabajo de F. Abad y las correspondencias con el pensamiento de W. Benjamin a partir de fotografías de instalaciones y de páginas de los Diarios del pensar de Francesc Abad. Queda patente que la afinidad del artista conceptual y del filósofo se basa en un pensamiento visual que Walter Benjamin concibió como Denkbilder (imágenes que hacen pensar – pensamientos en forma de imágenes). El 2011, este montaje mural, ahora representado en forma de una cinta fotográfica y enriquecido con transcripciones y comentarios, se convierte en un proyecto interactivo de internet: Abad-Benjamin. Correspondencias. El mismo otoño, Abad presenta el concepto de taller en el Centre d’Art Panera de Lleida. Es concebido como un espacio libre para indagar en la tarea del artista: “un trabajo sin finalidad de lucro, capaz de interpretar mi trabajo, sin ninguna utilidad de ser competitivo en este mundo global”. Es un trabajo colectivo y experimental donde el concepto del autor resulta obsoleto. Francesc Abad participa en la exposición colectiva ATLAS ¿cómo llevar al mundo a cuestas? del Centro de Arte Reina Sofía de Madrid. Ofreciendo un recorrido por el arte del siglo XX y del reciente siglo XXI, la muestra pretende explicar cómo las investigaciones de Aby Warburg (1866-1929) sobre las imágenes, reflejadas en su Atlas Mnemosyne, han influido en la historia del arte moderno. Es preciso destacar que el proyecto del historiador de arte alemán de interpretar el mundo mediante montajes de imágenes heterogéneos cuenta entre los referentes más importantes de Francesc Abad. El compromiso del artista con la memoria histórica de aquellos que “se quedaron aplastados por la historia de los vencedores” se manifiesta de nuevo en la instalación artística llevada a cabo en el marco de la exposición Símbolos de Franco, que se muestra entre diciembre del 2010 y febrero del 2011 en el Espai Memorial Democràtic de Barcelona y que inicia después un circuito por varias poblaciones catalanas. Junto con la exposición, que documenta los símbolos y medios utilizados por el régimen de Franco con la finalidad de vehicular su ideología y penetrar en todos los ámbitos de la vida cotidiana, se presenta al público el Censo de Simbología Franquista de Catalunya, un registro de grafitis, rótulos y monumentos todavía presentes en el espacio público. Cuando, a finales del 2010, una exposición conjunta de la Institució de les Lletres Catalanes y del Centre d’Arts Santa Mònica de Barcelona plantea un recorrido cronológico por la vida y obra de Joan Salvat-Papasseit/ (1894-1924) –Salvat Papasseit poeta vanguardista català– Francesc Abad realiza el Escenario 1: Del Worker’s Club a l’Ateneu. Esta instalación contiene la maqueta “El concepte de l’Ateneu” con una espiral fornida de conceptos reivindicativos, acompañada de una pista de sonido donde se escucha la lectura de poemas en esperanto, así como una habitación con un mural “Biblioteca Salvat-Papasseit” que indica los autores de referencia formativa. Abad resucita el espíritu libertario y revolucionario que caracterizaba el Worker’s Club diseñado por Rodchenko en 1925 y los anteriores Ateneos Populares de inspiración anarquista donde Salvat-Papasseit obtuvo su formación autodidacta. El homenaje al poeta y su capacidad “de relacionar el mundo de trabajo y la cultura” –un aspecto con el que Francesc Abad se identifica– rescata del pasado futuros posibles. En este sentido, el artista muestra de nuevo ser un lector atento de Ernst Bloch y Walter Benjamin. En la misma línea se sitúa la exposición colectiva Exercicis de Memòria en el Centre d´ Art Panera de Lleida (enero –abril 2011). Una de las preguntas principales que se plantea la muestra es: “Cómo se lleva a cabo el trabajo de hacer memoria desde la práctica artística?” Sin duda, esta es una de las preguntas omnipresentes en la obra de Francesc Abad a nivel biográfico e histórico. No deja ninguna duda que la memoria nunca debe ser un ejercicio meramente archivador si no que debe cargarse de sentido del futuro. Continúa el interés por el concepto benjaminiano del Denkbild. Abad empieza a trabajar sobre algunos elementos gráficos en la obra de Walter Benjamin: Correspondencias Benjamin-Abad. El año 2011 concluye con la exposición de obra de Francesc Abad en la presentación del tercer tramo de la nueva colección del Centro de Arte Reina Sofía de Madrid: De la revuelta a la posmodernidad 1962-1982.
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Desde 2009 Ernst Bloch. Espai per a la utopia
Septiembre – Diciembre 2010 Piezas de la instalación block W. B. y montaje mural alrededor de las correspondencias entre Abad y Benjamín en el Goethe-Institut Barcelona.
Noviembre 2010 Werkstatt, un taller en el Centre d´ Art la Panera, LLeida
2010-11 ATLAS ¿como llevar al mundo a cuestas? Centro de Arte Reina Sofía Madrid, Comisario George Didi- Huberman.
Sìmbols de Franco, Espai Memorial Democràtic Barcelona Instalación en el apartado “Archivo”
Salvat-Papasseit poetavanguardistacatalà Institució de les Lletres Catalanes /Centre d’Arts Santa Mònica, Barcelona Instalación Del Worker’s Club a l’Ateneu.
2011 Exercicis de Memòria Centre d´Art la Panera . Lleida, 26 de enero - 24 de abril de 2011
Abad-Benjamin. Correspondències El montaje mural del Goethe-Institut se convierte en proyecto interactivo de internet.
F. Abad empieza a trabajar sobre algunos elementos gráficos en la obra de Walter Benjamin: Correspondències Benjamin Abad.
De la revuelta a la posmodernidad 1962-1982. Centro de Arte Reina Sofía, Madrid Unas piezas de F. Abad forman parte de la muestra de la nueva colección del Museo.
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Retrato autobiográfico (2010) Videomontaje de Francesc Abad: realizado con Adolf Alcañiz. Texto: Francesc Abad lee fragmentos de sus Diarios del pensar |
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webs: |
francescabad.com |